miércoles, 15 de junio de 2011

lo más importante

LOS VALORES DE UN EQUIPO


Me permito jugar con las palabras de estos días que hemos vivido,”noche buena “ y “año nuevo”,para crear una mezcla de ambas que es lo que deseo desde Olivenza y desde Extremadura a todos los lectores de Marca.

Pero como este es un periódico deportivo les deseo que en este año se vean realizados sus principales objetivos.

Y me quiero acordar sobre todo de aquellos que no serán noticia en ningún medio pero que son muy importantes.

En el equipo que juega mi chaval ,el Emirita, los hay, como en tantos otros de toda España. Son los que pintan el campo, los que pasan el rulo en la tierra, los que cortan el césped, los venden papeletas en las rifas de los equipos modestos, los que se ponen detrás de la barra, los que quieren ganar sin importarles perder.


En el vestuario de un club modesto aprendí algunas cosas de la vida

El otro día estábamos un grupo de padres y madres viendo un partido de los chicos. Íbamos perdiendo con claridad. Uno de ellos me dijo bastante enfadado que era una decepción perder por tantos; le contesté que no habíamos perdido. Que Raúl, el entrenador, acababa de reñirle a uno nuestro por no echar el balón fuera mientras un contrario estaba en el suelo y eso era una victoria. Que el número 8 de los nuestros lo había ayudado a levantarse. Y eso era otra victoria. Que cuando el defensa nuestro falló y nos metieron un gol los compañeros en vez de gritarle fueron a animarlo. Y eso era otra victoria. Y que a pesar del resultado había otros balances que hacían que mereciera la pena tantas horas de entrenamiento.

No soy quien para presumir de nada, pero si me gustaría decir a la gente del deporte, que alguna de las cosas importantes que aprendí en mi vida y que me han servido para intentar ser un buen médico y un político decente, las aprendí en mi casa, en la calle, con mis compañeros y en la Universidad, pero también en el vestuario de un club modesto. Se llaman VALORES. Convivir con otros, intentar ser amigos, conseguirlo, aceptar la derrota, asumir los errores, ser feliz con la victoria que es efímera. En el Bosco de Córdoba, que era mi equipo y parte esencial de mi vida, recuerdo que un entrenador nos decía que si nos ganaban hiciesemos lo posible para que solo fuera en el resultado.

(Publicado en Marca el día 4-01-2008 y escrito por Guillermo Fernández Vara )

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